Por: Kim Kavin
Quien tenga experiencia en vender barcos usados, como por ejemplo un bróker, sabe que existen muchos errores que los vendedores cometen y que hacen con que la venta tarde en llegar a buen puerto. Errores que muchas veces son muy fáciles de evitar, basta con tener un poco de paciencia y sentido común a la hora de prepararlo todo bien antes de poner el barco a la venta.
Para que un barco sea fácil de vender también tiene que ser fácil de encontrar. Además también tiene que ser fácil imaginarnos disfrutando de el, o sea, tenemos que ser capaces de hacer con que el próximo propietario, nada más ver el barco, empiece a desear navegar en el. Sin embargo, muchas veces los vendedores cometen errores que terminan costándoles la venta. Pero nada de esto es inevitable y hay formas de asegurarnos de que hemos hecho los deberes y de que todo está a punto para garantizar una venta rápida y satisfactoria.

El acceso fácil al barco permite que más compradores se acerquen a visitarlo.
1. Ordenar
Parece sencillo, pero hacerlo bien requiere algo más de esfuerzo que simplemente recoger algunos artículos al azar que se han ido dejando aquí y allá en el barco. Es importante quitar todos los objetos personales como marcos de fotos del salón y vaciar el tocador y los muebles quitando todo lo que no va a quedar, como detergentes, latas de comida, productos de aseo y ropa. La idea es que el potencial comprador sienta que el barco no es tan usado cómo otros y que no quede evidencia de que aún lo está usando otra persona. El hecho de que el barco esté listo y disponible para su futuro dueño jugará a nuestro favor.
2. Hacer un listado de exclusiones
Debe ser lo más detallado posible para que no queden dudas de lo que está incluido en el precio, o sea, lo que se queda en el barco. Lo último que queremos es recibir una oferta y luego tener que decir al comprador que el precio no incluye la vinoteca de la cocina que tanto le gustó. Podemos hacer un listado de exclusiones por cabina para que los compradores, al visitar el barco, identifiquen claramente lo que no está incluido en el precio de venta.
3. Mirar el barco con los ojos del comprador
Puede que nos hayamos acostumbrado a vivir con esa luminaria suelta y con las grietas en el moldeado que se van notando cada vez más pero que hemos logrado ignorar, pero el comprador será mucho más crítico con estos detalles. Hacer una limpieza a fondo y arreglar las cosas que se ve que están en malas condiciones es muy fácil y solo tiene ventajas. Si la limpieza no es nuestro fuerte, podemos contratar un servicio profesional. Gastar unos cuantos euros para que un manitas solucione algunos problemas más evidentes nos permitirá lucir mejor el barco y ya los recuperaremos cuando se venda el barco.
4. Elegir un buen lugar para enseñar el barco
Es importante mantener el barco en un lugar que sea de fácil acceso para los compradores y que les permita subir a bordo fácilmente. Debemos pensar en cosas como acceso a carreteras principales y autopistas, puertos que tengan aparcamiento y pantalanes cuidados que sean seguros y accesibles. Si es fácil llegar al barco, más compradores se acercarán a echarle una mirada y más posibilidades vamos a tener de cerrar rápidamente la venta.
5. Organizar el papeleo
Incluso si nuestra embarcación está en condiciones menos que perfectas, podemos ganar la confianza del comprador al tener compilada toda la información del mantenimiento en una carpeta organizada cronológicamente. A los compradores les gusta saber cuando los equipos han sido reparados o mantenidos. Enseñar fechas y recibos ayuda a eliminar las dudas y es mejor que esperar que confíen en nuestra palabra. Tenerlo todo organizado y listo para verificación: documentos legales, registros de mantenimiento, facturas de equipos, etc., crea confianza en que lo esencial del barco no supondrá riesgos ni sorpresas y que el comprador está delante de una de las opciones de compra más seguras del mercado.